Una de las dudas más frecuentes en el mostrador de la farmacia cuando se hacen consultas sobre tratamientos antidepresivos es qué más puedo hacer para mejorar. Ésto en sí ya es una victoria y un paso más en el camino a la recuperación, ya que establece la intención de avanzar hacia una recuperación futura.
Digamos que el tratamiento es el bastón que ayuda a caminar, y que sin él seria muy difícil; pero que son sus piernas, las del propio paciente, las que andan el camino.
Por supuesto que se puede hacer muchas cosas para mejorar el pronóstico y afianzar el llegar a una recuperación, entre las cuales se incluyen: rodearse de buenos amigos, no presionarse pero sí atreverse a hacer cosas diferentes, buscar ayuda de un psicólogo ( si se puede económicamente) … Pero una de las más olvidadas y suele ir muy bien es la de practicar algún deporte. Puede resultar algo poco importante, pero da unos resultados muy buenos y ayuda mucho al paciente.
1.- ¿Por qué practicar deporte mejora nuestra Salud Mental?
- Libera las hormonas de la felicidad.
Las famosas endorfinas se liberan en nuestro cuerpo antes y después del ejercicio. Reduce la tristeza y ayuda a relajarse posteriormente
- Mejora la sociabilidad.
Ya sea en deportes de equipo o en clases de gimnasio hacer deporte con otras personas aumenta la interacción social, pudiendo conocer nuevas personas en el proceso con los mismo intereses. Incluso se podría ampliar el círculo de amistades, con lo que cambiaríamos de hábitos o de situaciones, lo que puede llegar a ser muy positivo.
- Alivia la ansiedad y reduce el estrés
Las consecuencias del deporte en la química del cerebro actúan durante y después de la actividad . Diversos estudios de muestran que el ejercicio físico alivia la ansiedad y reduce el estrés.
Ya sea por desconectar del trabajo, por tener “ese momento para tí” o por el aumento de síntesis de noradrenalina, la hormona que regula nuestra respuesta al estrés.
- Aumenta el autoestima
Con la constancia en el ejercicio físico se consigue, entre otras cosas, que nos veamos “mejor”, con un cuerpo más definido. Así, mejoramos nuestra autoimagen y nuestra confianza en nosotros mismos, mejorando por tanto nuestro autoestima.
- Mejora nuestra forma de comportamiento.
Tanto hacia nosotros mismos como hacia los demás. El trabajo en equipo, el compromiso y el compañerismo son valores que se potencian con el deporte y que hacen que encaremos las derrotas
bajo otro prisma
- Mejora de la memoria y relentizar el deterioro cognitivo.
El deporte estimula el hipocampo en nuestro cerebro ( cuyo trabajos principales son la memoria y el aprendizaje). Además, previene su degeneración, con lo que ayuda a mantener a raya ciertos tipos de demencia.
Aquí, debido a su importancia en la 3ª edad, recomendamos ejercicios constantes como pasear, nadar o pedalear; que son los que han demostrado mayor beneficio al funcionamiento de la memoria y a prevenir la degeneración de las neuronas del hipocampo.
- Combate los trastornos del sueño: insomnio y somnolencia
Con el sueño reparamos nuestro cuerpo y nuestra mente. Lamentablemente vivimos una época con exceso de insomnio. Es una patología cada vez más extendida ( sobre todo en jóvenes, por las pantallas de móvil-tablet antes de dormir, sedentarismo, etc) y que preocupa mucho a la población en general. El deporte es un “tratamiento” que siempre recomendamos desde el mostrador para el insomnio; ya que ayuda a descargar tensión, relaja el cuerpo y la mente y en definitiva hace que cuando vayamos a la cama conciliemos mejor el sueño. Eso sí, es importante recalcar que sea practicado por la tarde y no justamente antes de intentar conciliar el sueño ( tarde/media tarde)
- Aumenta de la capacidad cerebral y de concentración.
Ejercitar el cuerpo es ejercitar el cerebro.
El entrenamiento intensivo aumenta los niveles de una proteina ( BDNF) que aumenta nuestra capacidad para la toma de decisiones, el aprendizaje y la concentración.
Algunos deportes lo hacen de manera mucho más aguda ( ajedrez, gimnasia, tenis, pádel) pero en general todos requieren un cierto grado de concentración.
2.- Deportes según edad.
Para ayudar a elegir un deporte apropiado vamos a realizar una pequeña clasificación por edades. No todos los deportes son adecuados para todas las edades, ya que podrían conllevar riesgos. Además, como hemos visto anteriormente, hay algunos más adecuados según ciertas edades. También debemos valorar nuestra propia necesidad según el momento vital en el que nos encontremos: si es un periodo de más estrés, si nos han operado ( espalda, rodillas), si tenemos alguna patología que impida (o se beneficie) de algún ejercicio en concreto, etc.
- En la infancia
El ejercicio habitual en niños ayuda a prevenir la obesidad infantil, además de mejorar el sueño y aumentar su autoestima. Se recomienda que prueben diferentes deportes para descubrir sus habilidades y que sean de grupo para favorecer sus relaciones sociales con sus iguales y la disciplina.
- En la adolescencia
Éste periodo, caracterizado por el estrés y la ansiedad, se beneficia de muchos de los puntos positivos del deporte. De nuevo deportes de grupo, para también abrir su área social.
- A los 20 y a los 30
En éstas edades alcanzamos el cénit de nuestra capacidad física, momento perfecto para deportes que exijan más resistencia y fuerza ( rugby, fútbol, natación). Con el paso a la edad adulta , las responsabilidades pueden hacernos perder interés por el ejercicio, pero debemos ser constantes dado las múltiples ventajas.
- A los 40 y a los 50
Correr y ejercicios de fuerza son los perfectos para éstas edades, ya que es cuando empezamos a ganar más peso y la vida sedentaria se cuela en nuestras vidas. Pilates para ayudar a fortalecer la espalda también es un buen complemento, sobre todo si se trabaja sentado mucho tiempo. Taichí y yoga para mejorar nuestro equilibrio y escapar del estrés son también opciones muy recomendables.
- A los 60 y a los 70
Una opción divertida son los bailes de salón, que además nos ayuda a sociabilizar más. Caminar y deportes acuáticos ( sobre todo en mujeres con riesgo de osteoporosis) son más suaves y nos ayudan a mantener la salud mental y física.
Teniendo todo ésto en cuenta, no hay excusas para levantarnos y ayudar a nuestro cuerpo y nuestra menta a sentirse mejor. ¡Ánimo!
Bibliografía
Libro “ Psicología del deporte y la salud: una relación compleja”, Arbinaga F. y Cantón E.
“Influencia del deporte y la actividad física en el estado de salud físico y mental: una revisión bibliográfica” Sergio Humberto Barbosa Granados y Angela María Urrea Cúellar (28/03/18)
“ El deporte como herramienta para la inclusión social en salud mental: un análisis desde el Trabajo Social” Lucía Paniagua Santos. 2016
“Actividad física, naturaleza y bienestar mental: un revisión sistemática” Olga Ballester-Martínez, Raúl Baños, Fernando Navarro Mateu. 2022
Autor/es
Álvaro Carrasco López
Farmacéutico Comunitario.