El sobrepeso y la obesidad son un problema de salud calificado como epidemia por la OMS, y en el post de esta semana veremos algunos de los riesgos y enfermedades asociados a ellos.
Antes de comenzar a escribir sobre el sobrepeso, hay que aclarar que sobrepeso no es esa “lorcita” que nos hemos encontrado de repente después de las comilonas de navidad en nuestras caderas… Sobrepeso existe cuando el índice de masa corporal (IMC) supera un determinado límite. Podéis calcular vuestro IMC conociendo vuestro peso y altura; se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).
En el caso de los adultos, la OMS define el sobrepeso y la obesidad como se indica a continuación:
- Sobrepeso: IMC igual o superior a 25.
- Obesidad: IMC igual o superior a 30.
En el caso de niños, la determinación de la obesidad no es tan sencilla, pues depende de la edad (por el crecimiento) y de los percentiles. Pero es preocupante el aumento exponencial de obesos en la población infantil, que ha pasado del 4% en 1975 a casi un 20% en la actualidad.
Padecer sobrepeso grado I es combatible fácilmente modificando algunos hábitos de nuestro día a día, pero si el sobrepeso es de un grado mayor se puede llegar a la obesidad, que es una patología caracterizada por un exceso de grasa en el cuerpo. Podríamos decir que la diferencia entre sobrepeso y obesidad es que el sobrepeso básicamente es un exceso de peso corporal. No siempre el peso del cuerpo se debe a la grasa, sino que también puede ser debido a la masa muscular, huesos, líquidos…
La obesidad es una situación muy frecuente en nuestra población; de hecho alrededor de un 20% de personas padecen obesidad de algún grado. La principal causa de la obesidad es el aumento de la ingesta calórica unida a una vida sedentaria, aunque también existen factores genéticos que la hacen predisponente; además, de forma excepcional, puede deberse a causas hormonales o enfermedades neurológicas, aunque no es lo habitual.
Los riesgos de padecer obesidad no son pocos, y no sólo afecta a la estética. Las personas obesas tienen un mayor riesgo de padecer numerosas patologías, como las que cito a continuación:
- Pacientes obesos tienen mayor riesgo de padecer diabetes.
- La obesidad es factor predisponente para la hipertensión arterial.
- Hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia.
- Enfermedades cardíacas.
- Problemas óseos y de articulaciones, sobre todo de extremidades inferiores, debidos al peso que tienen que aguantar.
- La obesidad también está relacionada con la apnea del sueño.
- Problemas hepáticos.
- Determinados cánceres (endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon).
Son motivos más que suficientes para comenzar con un programa de pérdida de peso; el hecho de bajar entre un 5-10% el peso, ya reduce considerablemente el riesgo de padecer alguna de estas enfermedades; no obstante, la meta ideal sería llegar al normopeso, y para ello lo mejor es dejarse asesorar por un médico especialista en esta patología, que pueda instaurar una dieta adaptada a cada paciente.
Y como siempre, si tienes cualquier consulta, no dudes en acudir a tu farmacia.
Autor/es
FarmacéuticaCentro de Información del Medicamento del COF Sevilla