Nuestro planeta es un tesoro que entre todos tenemos que cuidar, como bien sabemos. Cada vez estamos más concienciados sobre la importancia de este tema y desde muchos sitios se nos informa de la importancia que tiene el usar energías renovables o el reciclar correctamente las basuras que generamos en casa. Los restos de medicamentos son también basura generada en nuestros hogares, pero ¿sabes dónde tirarla? ¿Al contenedor amarillo, al azul o al verde? Sigue leyendo y te lo cuento…

En casa tenemos normalmente muchos medicamentos: algunos los usamos regularmente, otros son restos de tratamientos que hemos tenido que utilizar, otros están caducados…
A la hora de deshacernos de ellos hay que tener en cuenta que los medicamentos son al fin y al cabo unos productos químicos que no pueden tirarse en cualquier sitio, ya que al descomponerse pueden acabar contaminando ríos, mares, terrenos… y quedar de forma latente perjudicando al medioambiente y a nosotros mismos como elementos que somos de él.
Para evitar que esto ocurra y asegurarnos de que son destruidos de forma correcta tenemos un lugar en nuestras Farmacias al que poder acudir a depositarlos. Se trata del llamado Punto Sigre, que es un contenedor que puedes encontrar en ellas y cuya misión es que podamos depositar en él estos medicamentos.
Pero ¡cuidado!: no podemos introducir en el Punto Sigre cualquier cosa. Podemos llevar lo siguiente:
  • Medicamentos caducados.
  • Medicamentos que no necesitas.
  • Cajas vacías de medicamentos con los prospectos.
  • Envases vacíos o con restos: aunque parezcan estar vacíos pueden contener alguna pequeña cantidad del medicamento.
no se pueden llevar:
  • Agujas
  • Termómetros
  • Gasas
  • Productos químicos
  • Radiografías
  • Pilas…
Es decir, solo medicamentos o sus sobrantes.
Realizar una limpieza periódica de nuestro botiquín es fundamental por varios motivos:
  • Eliminar los medicamentos caducados.
  • Eliminar los restos de medicamentos que nos hayan sobrado de algún tratamiento puntual  que hayamos tenido nosotros o algún miembro de la familia, como por ejemplo los antibióticos.
  • Revisar qué productos nos faltan para poder renovarlos (pinchando aquí puedes recordar de qué debe estar compuesto un botiquín casero).
  • Comprobar que está ubicado en el lugar correcto (averígualo pinchando aquí).
Así que ponte manos a la obra; es un buen momento para invertir un poco de tu tiempo en revisar tu botiquín y ya sabes: aportemos nuestro granito de arena para mantener también nuestro planeta sano.

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FarmacéuticaCentro de Información del Medicamento del COF Sevilla