Ante los últimos casos reportados por los medios de comunicación, ha aumentado el número de padres de adolescentes que acuden a la farmacia preguntando por ciertas vacunas recién comercializadas para prevenir la meningitis. ¿Cuáles son estas vacunas? ¿Realmente son necesarias? ¿Hemos de estar preocupados? ¿Hay una epidemia?
Escuchar la palabra meningitis nos aterroriza, y con razón, ya que se trata de una enfermedad que se desarrolla rápidamente y tiene una muy alta tasa de mortalidad y de probabilidad de secuelas permanentes. Si escuchamos que hay un caso de meningitis en el colegio donde estudian nuestros hijos o en un contacto cercano, entramos en pánico y acudimos corriendo al sanitario más cercano a preguntar qué podemos hacer para proteger a lo que más nos importa en el mundo, nuestros hijos.
Meningitis significa inflamación de las meninges, que es el tejido que rodea el cerebro y la médula espinal. Esta inflamación la pueden producir virus o bacterias, y dentro de las bacterias las más frecuentes son neumococo y meningococo. Pero aquí no acaba la cosa, dentro del meningococo existen distintos serogrupos, como son el A, B, C, W, X e Y, así que lo primero que deberíamos hacer ante un caso o un brote de meningitis es saber qué microorganismo en concreto es el responsable.
En España, nuestros niños se vacunan dentro de su calendario contra el neumococo desde el año 2016 y meningococo C desde el año 2000, así que actualmente el microorganismo que aparece más frecuentemente cuando se analiza a un paciente infectado es el meningococo B (aproximadamente el 60% de los casos de meningitis meningocócica). También se declaran casos del resto de serogrupos, en el último informe del del Centro Nacional de epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, hubo casos de los serogrupos C, W, Y y A.
Es importante saber que incluso del serogrupo B, que es el más frecuente, la tasa declarada en este último informe es de 1 caso por millón de habitantes, así que aunque el riesgo no es cero en ninguno de los casos y no sabemos lo que va a ocurrir el mes que viene, es una enfermedad muy grave pero muy poco frecuente afortunadamente.
La mayoría de los casos se producen en menores de 4 años, con más riesgo cuanto más pequeño es el bebé, por eso la Asociación Española de Pediatría recomienda la vacunación a partir de los dos meses de edad aunque eso signifique más dosis y más gasto por parte de las familias (si vas a vacunar, no esperes a que sea mayor para ahorrarte dosis, te lo explicamos aquí).
A partir de los 4 años los casos se reducen mucho y luego se produce un pequeño repunte en la adolescencia, ¿por qué? Porque los adolescentes tienen hábitos que favorecen la diseminación del meningococo: frecuentan lugares con mucha gente y poco ventilados como colegios mayores, conciertos, bares… Además comparten cigarros, cachimbas, vasos, besos apasionados…
Así que, si quieres vacunar a tu hijo adolescente sano para prevenir la meningitis meningocócica, existen en las farmacias las siguientes vacunas:
- Vacunas contra el meningococo B (a partir de 10 años): Con dos dosis de Trumenba® o Bexsero®, que protege contra el serogrupo de meningococo más frecuente (aunque muy poco frecuente, repito) en España.
- Vacunas contra los serogrupos A, C, W e Y: Con una dosis de Menveo® o Nimenrix®. Estas vacunas están recomendadas por la Asociación Española de Pediatría si tu hijo va a viajar a un país donde hay más casos, sobre todo del serogrupo W (como por ejemplo Inglaterra), bien porque se vaya de Erasmus, intercambio o a vivir allí un año para mejorar un idioma.
Si tu hijo tiene alguna enfermedad crónica o está inmunodeprimido, pregunta a su médico, estas vacunas pueden estar indicadas e incluso financiadas según el caso.
Autor/es
Farmacéutica. Desarrollo de Proyectos Profesionales y Relaciones Institucionales del COF Sevilla.
