Decálogo para volver a la normalidad…

1. Adapta poco a poco la hora de irte a la cama: en vacaciones, los horarios de nuestras actividades diarias suelen relajarse; normalmente nos acostamos más tarde de lo habitual y nos levantamos también más tarde. Por esta razón es recomendable ir cambiando progresivamente esta dinámica en los días previos a la incorporación al trabajo.

2. Nada de sustancias excitantes antes de acostarse: es aconsejable asimismo evitar el consumo de estimulantes que lleven cafeína, guaraná, cola… en las horas previas a irse a dormir, ya que también pueden impedirnos el quedarnos dormidos.

3. Realiza alguna actividad relajante antes del momento de ir a la cama: leer, escuchar música (poco movidita, claro)…

4. Evita realizar deporte o ejercicio físico intenso a últimas horas del día.

5. Ve introduciendo tus actividades diarias de forma paulatina para que, poco a poco, te vayas acostumbrando.

6. Cuida tu alimentación: Normalmente venimos de una temporada estival llena de excesos y de desórdenes alimenticios. El recuperar o iniciar hábitos de comida adecuados nos va a ayudar en todos los problemas comentados anteriormente. Y esto no consiste más que en tener una alimentación variada y equilibrada en productos tales como frutas, verduras, legumbres…

7. Intenta no agobiarte con el trabajo acumulado los primeros días: en su lugar, planifica tu agenda y prioriza tareas.

8. Realiza algún ejercicio físico de forma habitual.

9. Realiza alguna actividad distinta de las obligaciones diarias que sea de tu agrado: no todo va a ser trabajo en la vida…

10. Y recuerda que en tu farmacia también pueden orientarte acerca de cómo sobrellevar todas estas situaciones: suplementos con vitaminas y minerales, y otro tipo de productos pueden resultar útiles.

Así que afronta este nuevo curso con alegría y optimismo y aprovecha para marcarte nuevos objetivos que te hagan levantarte cada mañana con ilusión.