Por todos es conocida la existencia de diferentes afecciones bucales como herpes, llagas, boqueras, hongos, etc. Pero, ¿realmente sabemos diferenciarlas? ¿Sabemos cuándo ir al médico y cuándo a la oficina de farmacia? En este post vamos a resumir brevemente las principales diferencias entre unas y otras lesiones, qué criterios debemos seguir para ir al médico, así como ofrecer consejos preventivos de higiene diaria para una boca sana.

Diferentes lesiones, diferentes características:

Herpes: Cursa con hormigueo, picor, formación de vesículas, quemazón, etc. Es recurrente y bastante molesto. Suele aparecer en labios pero también puede aparecer en la cavidad oral.
Boqueras: Aparece como una herida en la comisura de los labios en forma de grieta. Molesta al hablar o masticar.
Llagas: Pequeña úlcera o depresión de la mucosa que cursa con dolor. Es molesta y puede surgir por un bocado o roce con alguna prótesis.
Hongos: Aparece coloración en la lengua. Puede presentar ardor, irritación en el paladar, lesiones repartidas por la boca, etc. Deben tener especial cuidado aquellas personas que se traten con corticoides inhalados.
Alteraciones de los labios: Descamación, sequedad, grietas (en los labios más que en las comisuras), tirantez, etc.
Alteraciones de la mucosa: Inflamación, disconfort y enrojecimiento diseminado por la lengua o el paladar.
De forma general, todas ellas suelen tener en común que, su origen o el agravamiento de las mismas se produce cuando tenemos alguna bajada de defensas o déficit de algunas vitaminas/minerales. Si quieres tener más información sobre las patologías más usuales en invierno, época donde se produce más esta falta de defensas, no dudes en leer este artículo: Lesiones por frío: conoce los efectos del invierno en tu piel.

Criterios de derivación al médico

Debemos acudir directamente al médico en los siguientes casos:
  • Si las lesiones que aparecen llevan 10 días sin mejoría aparente o no responden al tratamiento.
  • Si además de estas lesiones la persona cursa con fiebre alta y/o ampollas dentro de la boca.
  • Si las lesiones no están localizadas y se encuentran diseminadas por toda la cavidad oral.
  • Si en 1 año ha sufrido 4 o más veces alguna de estas lesiones de forma recurrente.
  • Si aparecen costras amarillentas en las heridas formadas en los labios u otras coloraciones en el interior de la mucosa.
  • Si el paciente presenta inmunosupresión o está recibiendo algún tratamiento oncológico o inmunosupresor.
No pasa nada si nos encontramos ante algunos de los anteriores supuestos y vamos a la oficina de farmacia a informar de la lesión que nos preocupa ya que el profesional podrá recomendarnos que pauta debemos seguir.
De igual forma, es importante conocer la diversidad de productos, existentes en la farmacia, que ayudan a prevenir e incluso a tratar o coadyuvar en la pronta recuperación de estas lesiones. Así podremos recurrir a ellos cuando sea necesario. Hablamos de:
  • Sticks labiales preventivos y protectores.
  • Colutorios antisépticos
  • Geles bioadhesivos regeneradores
  • Apósitos hidrocoloidales
  • Bálsamos reparadores
  • Suplementos minerales o multivitamínicos
  • Complementos alimenticios.
Será fundamental que el farmacéutico valore que producto conviene más según qué tipo de lesión se presente. Los activos que resultan más potentes en algunas de las lesiones anteriormente descritas son:
  • Regeneradores: Óxido de zinc, vitamina B5, vitamina B3, vitamina E.
  • Restauradores: Pre y pro bióticos
  • Antisépticos/antimicrobianos: Clorhexidina, triclosan, propoleo, aceite del árbol del té.
  • Hidratantes, protectores: Ácido hialurónico, glicerina, mantecas, filtros solares.
  • Inmunoestimulantes: Equinácea, vitamina C, zinc.
  • Otros: Lisina, formadores de película.
Aunque los hemos categorizado en sus principales grupos según su acción, algunos de estos activos son muy interesantes debido a que comparten varias de las funciones anteriormente descritas.

Consejos. Rutina para una boca sana y protegida

1. Correcta higiene bucodental. Si quieres tener más información puedes acudir al siguiente post: “10 claves para mantener una boca sana”. Y en el caso de que uses ortodoncia, os recomiendo también echarle un vistazo a “Consejos para el cuidado de la ortodoncia”.
Si estas tomando alguna medicación consulta a tu farmacéutico si tienes que seguir alguna pauta específica; por ejemplo: si usas corticoides inhalados, enjuaga la boca después de cada uso.
2. Evitar la sequedad. La correcta hidratación de la boca permite al organismo trabajar en condiciones ideales así como mantener sus funciones defensivas. Al igual que no podemos trabajar o hacer ejercicio sin beber agua, nuestra piel no funciona si no se mantiene hidratada. Unos labios y una mucosa bien hidratada se traduce en una boca sana.
3. Reforzar la protección. Mantener los labios protegidos frente a las agresiones externas (sol, viento, frío, etc).
 
4. Alimentación equilibrada. Las vitaminas y minerales son micronutrientes fundamentales para que el organismo se mantenga sano y protegido. Mantener una buena alimentación redundará en una mayor protección de nuestra salud general evitando patologías o, en el caso, ayudando a que estas se curen más rápidamente.
Conocer las patologías y los tratamientos existentes es fundamental para prevenir y saber cómo actuar en el caso que lo necesitemos. De igual forma los profesionales, farmacéuticos y técnicos, están siempre a tu mano para ayudarte en lo que sea necesario. Y como siempre, ante cualquier duda, consulta a tu farmacéutico.

Autor/es

Farmacéutico comunitario. Grupo Adjúntate Dermofarmacia del COF Sevilla.