Afeitarse o arreglarse la barba forma parte de la rutina diaria de muchos hombres. Y si lo hacen con una cuchilla la piel puede sufrir irritación, arañazos, cortes, prurito, dermatitis de contacto y en casos más complicados, pseudofoliculitis (pápulas inflamatorias y pústulas).
Una buena técnica de afeitado puede disminuir todas estas agresiones.
En la zona de la barba, la piel es más gruesa y mayor la densidad y desarrollo del vello. Los hombres tienen entre 6.000 y 25.000 pelos en la cara y el cuello, el pelo de la barba de los hombres es mil veces más rígido que la piel y crece a una media diaria de 0,3 milímetros.
Sigue estos sencillos pasos y evitarás estas molestias tan comunes:
1. La noche antes del afeitado hidrata bien la piel con el fin de ablandar el vello y proteger la piel con una crema adecuada a tu tipología cutánea.
2. Utiliza maquinillas con hojas que apuren menos el afeitado o que por experiencia toleres mejor. Las que mejor resultado dan son las de una sola hoja o las que llevan hilos de acero que impiden que contacten demasiado con la piel. Preferiblemente nuevas y limpias.
3. Escoge espumas, cremas, jabones o geles de afeitado con principios activos como el aloe vera, la manteca de karité, vitamina E, alfa-bisabolol, etc. que a la vez que ayudan al afeitado protegen tu piel.
4. Mójate la cara con agua caliente y enjabona generosamente el área de la barba. Mantener el producto escogido para el afeitado un mínimo de 2 a 3 minutos. Cuanto más dura es la barba es necesario más tiempo para ablandar bien los pelos.
5. Aféitate siguiendo la dirección del pelo, con pasadas cortas y sin tensar la piel con la otra mano. No busques un apurado máximo si ello conlleva ser más agresivo sobre la piel. Si se desea un mayor apurado es recomendable afeitarse más a menudo pero menos intensamente.
6. Después del afeitado, enjuaga el área de la barba generosamente con agua fría para cerrar el poro y seca con una toalla limpia haciendo un masaje lento, suave y circular en la zona de la barba.
7. Aplica una loción post-afeitado calmante, sin alcohol, con principios activos calmantes y protectores como sucralfato, alfa-bisabolol, dexpantenol, centella asiática, etc.
8. Desenclava los pelos encarnados más visibles liberándolos con una aguja estéril. Si aparecen pápulas, pústulas o inflamación deberías evitar el afeitado en unos días. Si no remiten aproximadamente en una semana, debes acudir al médico para descartar una posible pseudofoliculitis.
9. Utiliza un factor de protección solar 50+ para prevenir las posibles hiperpigmentaciones de las heridas o marcas y el agravamiento de las posibles irritaciones provocadas.
10. Consulta con tu farmacéutico la texturas que debes utilizar en función de tu tipología cutánea. En principio, para pieles grasas se recomiendan el uso de geles de afeitado, emulsiones y texturas ligeras que no taponen el poro. Para pieles más secas se utilizaran espumas y cremas enriquecidas que compensen la falta de nutrición.
Si todas estos consejos no mejoran el resultado y aspecto de tu piel, el uso de una técnica alternativa de depilación como puede ser el láser puede ser la solución al problema.
Autor/es
FarmacéuticaComisión de Dermofarmacia del COF Sevilla