En la que quizás sea la semana más fría del año, hablamos en nuestro blog de las lesiones y problemas más frecuentes que puede causar el frío en nuestra piel. Sigue leyendo para saber cómo podemos tratarlos y prevenirlos.
Eritema
El frío, sobre todo si se acompaña de viento, puede causar enrojecimiento, picor y sequedad de la piel en las zonas expuestas; a veces, también se acompaña de adormecimiento. Es una lesión leve que, en principio, no requiere tratamiento, aunque sí es muy importante que hidrates y protejas correctamente las zonas afectadas para evitar que progresen las lesiones a congelación.
También conocidos como eritema pernio o perniosis, los temidos sabañones son una consulta muy frecuente en la farmacia en los meses de invierno. Están causados por la exposición repetida a bajas temperaturas, aunque no se sabe exactamente el mecanismo por el que se produce esta lesión. Las zonas clásicas de aparición son el dorso de los dedos de manos y pies, las orejas y la nariz, que se tornan hinchados y rojos con dolor, picor, aumento de la sensibilidad y, a veces, ampollas y úlceras.
Los sabañones desaparecen solos en un plazo de 1 a 3 semanas sin tratamiento; si los síntomas son muy molestos, en tu farmacia te podrán indicar una crema con corticoides. La mejor prevención: los guantes.
Empeoramiento de otras enfermedades de la piel
Patologías como psoriasis, eczema, dermatitis atópica y seborreica, acné, rosácea o cuperosis pueden verse agravadas por el frío. Posiblemente esto se deba a que la piel deshidratada es más frágil y vulnerable a los brotes. Protege tu piel del aire frío (y las calefacciones) con productos adecuados para tu patología; en tu farmacia te asesorarán sobre ellos.
Mención aparte merece el fenómeno de Raynaud: esta afección se desencadena por el frío o las emociones fuertes y hace que los dedos se pongan de color blanco, y luego azul, durante minutos e incluso horas, debido a una intensa vasoconstricción. Si hay un mucho dolor o entumecimiento se debe acudir al médico.
Labios agrietados y queilitis
La piel de los labios es extremadamente fina y tiende a agrietarse si está reseca, así que en invierno es común que esto ocurra si no se protegen del frío y el viento. Humedecerlos con la lengua normalmente empeora la situación; es mejor tratarlos con productos especialmente indicados para esa zona.
Si se agrava el problema, puede llegarse a la queilitis, que es la inflamación de los labios y que, si ocurre en las comisuras de la boca, se llama queilitis angular o boqueras.
Prevención de las lesiones por frío
Finalmente, unos consejos para ayudarte a evitar los efectos del frío sobre tu piel:
- Obviamente, la ropa de abrigo adecuada es primordial. Guantes, calcetines cálidos (o dos pares) y botas altas te protegerán de los sabañones y las bufandas resguardarán tu rostro y cuello. Si el frío es muy intenso, no olvides los gorros y orejeras, y la protección solar en caso de que haya nieve y sol.
- Controla la calefacción y utiliza humidificadores si es necesario. La falta de humedad ambiental también es causa de deshidratación de piel y mucosas, haciéndolas más vulnerables a infecciones (como la gripe) y las lesiones de las que hemos hablado.
- Por último, como hemos visto, es fundamental la hidratación de la piel con productos adecuados, sobre todo en las zonas expuestas. Consulta siempre en tu farmacia los más convenientes para tu caso concreto.
Autor/es
FarmacéuticaCentro de Información del Medicamento del COF Sevilla