1. La dermatitis atópica es una enfermedad crónica que puedes controlar hasta que vaya remitiendo. Es importante que consultes con tu médico lo antes posible, porque aumentará la eficacia de tu tratamiento, que no debes abandonar hasta el final. Puedes acudir al servicio de Atención Farmacéutica en Dermofarmacia de tu farmacia, donde te ayudarán con consejos, seguimiento profesional y resolverán tus dudas al respecto.
2. El prurito (picor) de tu piel atópica está relacionado directamente con el rascado; si te rascas, aumentas el riesgo de sobreinfección de tus lesiones. Es importante que tengas las uñas cortas y limpias. Procura controlar el estrés emocional porque aumenta el picor.
3. Para la higiene diaria, es preferible el baño a la ducha con agua a unos 33ºC, durante 5 o 10 minutos, mejor por la noche para favorecer el descanso. Utiliza siempre para la higiene productos específicos, sin jabón ni perfume. Sécate la piel sin frotarla, con ligeras presiones y toallas suaves de algodón (lavadas con un detergente suave, bien aclaradas, con un centrifugado extra, sin usar lejía ni suavizante). Cambia los pañales de tu bebé atópico cada que se ensucien, y no le apliques el tratamiento corticoide bajo el pañal, ya que aumenta la absorción del medicamento y pueden aparecer efectos secundarios no deseados.
4. Una buena hidratación de tu piel es fundamental para prevenir los brotes atópicos. Aplícate un producto hidratante y emoliente específico después del baño cada vez que lo necesites, frotándolo previamente entre las palmas de las manos, y aplicándotelo mediante grandes movimientos circulares. En la farmacia te ayudaremos a elegir la textura más idónea para tu piel. Durante un brote agudo, aplícate el tratamiento que te haya prescrito el médico sobre las lesiones (una vez al día), y el producto hidratante sobre el resto de la piel. En periodos de mantenimiento, puedes aplicarte el producto hidratante por todo el cuerpo.
5. Utiliza prendas de vestir de fibras naturales, que faciliten la transpiración, como el algodón o el lino. Evita las fibras sintéticas y las prendas de lana. Utiliza calzado de cuero o de tela transpirable.
6. Evita los cambios de temperatura y la calefacción demasiado alta. La temperatura ambiente debe rondar los 20ºC, y la humedad del entorno debe ser constante y no demasiado alta.
7. Debes seguir una dieta equilibrada sin restricciones, a no ser que se aprecie un empeoramiento después de tomar algún alimento concreto, en ese caso, consulta con tu médico.
8. Puedes bañarte en el mar y en la piscina, siempre que no te encuentres en un brote agudo y que el baño sea corto, aclarando bien la piel con agua corriente y aplicándote la hidratación y la protección solar necesarias. No olvides aplicarte el fotoprotector media hora antes de exponerte al sol, y renueva su aplicación cada dos horas. Los baños de sol son beneficiosos, excepto durante los brotes agudos. Ve adecuadamente protegido y no lo tomes en las horas centrales del día.
9. Debes evitar sudar demasiado cuando hagas ejercicio físico. El sudor puede irritarte la piel y aumentará el picor.
10. Para la limpieza del hogar, es mejor que pases la fregona a barrer. Te recomiendo usar la aspiradora y retirar el polvo con un paño húmedo. Evita las alfombras, las moquetas, los peluches, los edredones de plumas y las mascotas. Te aconsejo utilizar guantes de algodón bajo los guantes de goma para realizar las tareas domésticas.
Si padeces dermatitis atópica, tú o algún miembro de tu familia, acude a tu farmacia, entra y solicita el servicio de Atención Farmacéutica en Dermofarmacia. Aprovecha los consejos, el seguimiento y el apoyo que te ofrece tu farmacéutico: te ayudará a minimizar los síntomas, solucionar dudas y cumplir con tu tratamiento, así aumentarás su eficacia y ganarás en bienestar.
Autor/es
Farmacéutica comunitaria especializada en Dermofarmacia. Miembro de la Comisión de Dermofarmacia del RICOFSE y del Aula de la Salud.