Los 10 mitos y verdades de los tratamientos contra los piojos

FALSO. Los piojos no tienen preferencia por las cabezas menos limpias o por las clases sociales más deprimidas. Muy al contrario, al piojo le gusta más el pelo limpio y el cabello lacio porque es más fácil para el parásito moverse de cabello a cabello.

FALSO. Si observas la morfología del parásito, la proporción del tamaño de las patas con respecto al resto del cuerpo hace imposible que el piojo pueda saltar o nadar. La principal forma de contagio es juntando las cabezas aunque también sería posible la transmisión compartiendo gorros, bufandas, peines, gomillas…

FALSO. Los piojos no pueden vivir fuera de la cabeza más de dos días, así que aislando simplemente los objetos tres días, eliminamos el 100% de los parásitos.

VERDADERO. La permetrina es el antiparasitario de primera elección según los protocolos establecidos, pero es cierto que hay veces en los que los piojos son resistentes. Como muy buena alternativa tenemos productos en la farmacia que matan al piojo por métodos mecánicos, como son las siliconas. Los piojos respiran por los espiráculos, que son unos orificios que tienen en el cuerpo. Las siliconas forman una capa alrededor del piojo y taponan estos orificios, asfixiándolo. Las siliconas son muy efectivas e inocuas. El principal problema es que dejan el pelo grasiento y hay que enjabonarlo varias veces para eliminar esa sensación aceitosa del cabello.

VERDADERO. No hay ningún tratamiento que garantice la erradicación del 100% de los piojos y liendres. Los piojos son bastante sensibles a la mayoría de los tratamientos, pero las liendres son huevos con un caparazón de quitina bastante resistente y ningún producto penetra en el 100% de ellos matando a las larvas. Una semana es el tiempo en el que pueden haber salido de las liendres las ninfas supervivientes al tratamiento pero aún no les ha dado tiempo a reproducirse y poner huevos, con lo que la repetición a la semana asegura la erradicación de la parasitosis.

FALSO. El vinagre es ácido acético y tiene cierta acción para disolver el pegamento que pega la liendre al cabello, pero no hay evidencia científica de que tenga acción pediculicida.

FALSO. Es verdad que tienen cierta acción repelente y pediculicida, tanto Melaleuca alternifolia (aceite de árbol del té)  como otros aceites esenciales (neem, coco, lavanda, menta), pero no se deben aplicar si no se ven piojos vivos o de forma crónica. Además no se ha demostrado su eficacia ovicida. No debemos usar estos productos pensando que por ser naturales son inofensivos y no tienen absolutamente ningún efecto secundario. Hay en la naturaleza plantas que son altamente tóxicas. Lo natural no siempre es seguro, ten en cuenta este consejo a nivel general a la hora de usar cualquier “producto natural”.

FALSO. El piojo (Pediculus humanus capitis) vive exclusivamente en el pelo de las personas. Así que las personas calvas o con el pelo muy corto tampoco pueden padecer ni transmitir la infección.

FALSO. La infestación no es autolimitada. Si no se trata, irá a más.

VERDADERO. En la farmacia es donde encontrarás los productos más efectivos y donde recibirás el consejo más completo sobre el uso de los mismos. Acude a tu farmacia.