Todos, en alguna ocasión, nos hemos encontrado en nuestra despensa o frigorífico un alimento que al ir a comerlo presentaba un poco de moho y, antes de desechar todo el producto, hemos retirado la parte mohosa y el resto lo hemos consumido. ¿Resulta segura esa práctica? ¿Tenemos la seguridad que al retirar la parte visible que tiene moho, eliminamos toda la zona que pudiera estar afectada?
Todos, en alguna ocasión, nos hemos encontrado en nuestra despensa o frigorífico un alimento que al ir a comerlo presentaba un poco de moho y, antes de desechar todo el producto, hemos retirado la parte mohosa y el resto lo hemos consumido. ¿Resulta segura esa práctica? ¿Tenemos la seguridad que al retirar la parte visible que tiene moho, eliminamos toda la zona que pudiera estar afectada?
¿Cómo se puede minimizar el crecimiento de los mohos?
- Limpiar el interior del frigorífico cada pocos meses con 1 cucharada de bicarbonato de sodio disuelto en un litro de agua. Enjuagar con agua limpia y secar. Frotar el moho visible (generalmente negro) en las cubiertas de goma con 3 cucharaditas de lejía diluidas en un litro de agua.
- Mantener los trapos, toallas, esponjas y bayetas limpios y frescos. Un olor a humedad significa que están esparciendo moho alrededor. Debemos desechar los que no se puedan limpiar o lavar.
- No es conveniente oler los alimentos con moho. Esto puede causar problemas respiratorios.
- Si los alimentos están cubiertos de moho, debemos desecharlos. Para lo cual usaremos una bolsa de plástico y tiraremos al cubo de basura cubierto fuera del alcance de los niños y los animales.
- Limpiaremos la zona donde se almacenó la comida.
- Revisaremos los elementos cercanos que puedan haber tocado los alimentos con moho. El moho se propaga rápidamente en frutas y verduras.
- No debemos comprar alimentos con moho.
- Examinar la comida bien antes de comprarla.
- Debemos revisar los alimentos en frascos de vidrio, mirando las áreas de los tallos en los productos frescos y evitando los productos que tengan golpes.
- Las carnes y aves frescas generalmente no contienen moho, pero las carnes curadas y cocidas pueden contenerlos. Revisar cuidadosamente.
- Desecharemos siempre los siguientes alimentos si presentan mohos: tocino y bacon, los quesos tipo crema, carnes y aves de corral cocinadas, granos en conserva, yogur, mermeladas y jaleas, legumbres, frutos secos, pan y productos horneados y frutas y verduras.
Autor/es
FarmacéuticaCentro de Información del Medicamento del COF Sevilla