En este segundo post sobre la copa menstrual vamos a resolver las dudas más habituales sobre la elección y el uso de este artículo de higiene femenina. ¡No te lo pierdas!

Cómo elegir tu copa menstrual

 Ante la variedad de copas menstruales que existe actualmente en el mercado, vamos a ver las características que diferencian unas copas de otras:
  • Según su forma, pueden ser más o menos acampanadas o cónicas, achatadas, plegables o no… Dependiendo de la altura del cérvix (cuello del útero) puede ser preferible una copa más larga (cérvix alto) o más corta (cérvix bajo). La posición del cérvix la puede determinar el ginecólogo, aunque suele bastar con introducir un dedo en la vagina hasta tocar el cuello del útero, si es posible durante los días de la regla, cuando está más bajo. Más información aquí.
  • Según su textura, existen copas más blandas y otras más rígidas. En este caso, una textura más blanda puede resultar más cómoda de llevar, pero también es más difícil de poner correctamente si el suelo pélvico tiene un elevado tono muscular (por ejemplo, las mujeres que practican deportes como pilates o equitación deberían elegir copas más duras).
  • Según su terminación: para ayudar a su extracción, la parte inferior de la copa puede estar acabada en un pequeño anillo, un rabito (se puede cortar si se producen molestias por el roce), una bola o, incluso, nada. En realidad, sobre todo para las usuarias avanzadas, no es necesario que tenga nada para tirar, aunque puede dar más seguridad al principio.

¿Qué talla elegir?

Es una de las preguntas más frecuentes a la hora de adquirir una copa menstrual. Te recomendamos que consultes la guía de tallas del fabricante que hayas elegido, ya que las medidas no son estándar. Los factores a tener en cuenta para la elección de la talla son:
  • Número de partos vaginales: las mujeres que no han tenido partos vaginales, por lo general, se encuentran más cómodas con las copas pequeñas o, como mucho, medianas. Para mujeres que hayan tenido partos vaginales se recomiendan las tallas medianas o grandes.
  • Edad: a partir de los 30-35 años, las paredes de la vagina suelen perder algo de elasticidad y se necesitarían tallas mayores que antes de esa edad. Esto es muy variable y depende de cada mujer. No obstante, para menores de 35 años sin partos vaginales, los fabricantes suelen recomendar las tallas más pequeñas y, a partir de esta edad, puede ser más apropiado usar tallas medianas. Las mujeres mayores de esa edad y que hayan tenido partos pueden preferir las tallas más grandes, dependiendo también de su complexión.
  • Volumen de flujo: la cantidad de flujo no es el factor más determinante, pero sí es verdad que, si  es abundante, las copas pequeñas necesitarían vaciarse más a menudo. Hay que tener en cuenta que la capacidad indicada por el fabricante (en mililitros) no es hasta el borde de la copa, sino hasta los agujeros cerca del borde que suelen tener, y que sirven para romper el vacío al extraerla e impiden que la copa se llene por completo

¿Cómo se coloca?

Una vez adquirida la copa, la siguiente pregunta es ¿cómo se pone? Para empezar, debes saber que al principio no es fácil y requiere entrenamiento hasta que se aprende la técnica. Puedes practicar aunque no tengas la menstruación en ese momento.
Una vez higienizada la copa, como veremos más tarde, se pliega en la forma que te resulte más cómoda y se introduce así en la vagina. Hay diferentes técnicas de plegado; puedes vereste vídeo para orientarte.
Una vez dentro de la vagina, la copa se abrirá para recuperar su forma. A veces es necesario “ayudarla” un poco; comprueba que se ha abierto y está en una posición correcta y bien sujeta. Con la práctica irás adquiriendo destreza.
Incluso existe alguna copa con aplicador para facilitar su colocación. Consulta en tu farmacia.

¿Cómo se extrae la copa?

Cuando necesites extraer la copa, pellizca su base o introduce un dedo en el lateral para deshacer el vacío que se habrá creado y tira de ella suavemente hacia fuera. Este paso es muy importante para no dañar los tejidos internos. En este momento podrás vaciar la copa, limpiarla y volverla a colocar.

Limpieza y desinfección

Para higienizar la copa, basta con hervirla unos minutos al principio de cada nuevo ciclo y (opcionalmente) después del último uso. También se comercializan recipientes especiales para el microondas, de silicona u otros materiales, destinados a este fin.
Cada vez que se vacíe, puedes lavarla simplemente con agua y jabón.
Esperamos que este post haya resuelto tus dudas sobre el uso de la copa menstrual. Si necesitas más información, en tu farmacia te podrán aconsejar sobre ella.

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