Como hemos dicho al principio, este medicamento (cuyo principio activo se llama acenocumarol) se utiliza en pacientes que tienen algún problema de coagulación en la sangre y tienen el riesgo de sufrir algún episodio de tromboembolismo, evitando que el trombo se forme.
Presenta una actividad tan precisa que a cada paciente se le administra una cantidad muy concreta del medicamento, estando sometido a controles muy estrictos (el llamado INR) que van indicando cómo está la sangre de licuada/coagulada. Este valor debe estar entre 2 y 3 de forma que valores que estén por encima refieren menos coagulación de la necesaria (con posible riesgo de hemorragias) y valores que estén por debajo refieren más coagulación de la necesaria (con posible riesgo de formación de trombos).
A la vista de los resultados que el paciente vaya presentando en esos controles (que se realizan de forma periódica) el médico irá aumentan o disminuyendo la dosis diaria del medicamento de forma tan mínima y precisa que es muy normal que se tenga que dividir el comprimido hasta en cuatro partes iguales.
Pero en la actuación de este medicamento influye un tema muy importante: la toma de otros medicamentos que el paciente use para alguna otra patología o problema de salud que padezca. Y es que Sintrom® presenta interacciones con muchos medicamentos, y éstas pueden potenciar o disminuir su acción de forma incontrolada.
Por ello es fundamental conocer cuáles son esos medicamentos y así consultar con el médico o farmacéutico sobre la importancia clínica de dicha interacción.
De todas formas si tomas Sintrom® es conveniente que siempre preguntes sobre la toma de un nuevo medicamento. Pero atención… ¡también plantas medicinales y complementos alimenticios!, ya que muchos de ellos pueden interferir en el mecanismo de acción del medicamento del que estamos hablando en este post.
Así que ya sabes, ante la duda asegúrate en tu farmacia de confianza. Allí sabrán orientarte.