El verano es sinónimo de calor, y no a todas las personas le sienta bien el calor, especialmente en estos últimos años en los que se están sucediendo de forma más frecuente olas de calor extremo.
Existen una serie de grupos de población más sensible al calor, debido a sus características individuales o por causas específicas de salud, estos son:
- Niños menores de 5 años
- Ancianos (mayores de 65 años)
- Individuos con patologías crónicas: renales, cardiovascuales, psíquicas y respiratorias
- Gestantes
- Obesos
Las altas temperaturas causan estrés en el organismo, incrementado la temperatura basal de éste, para regular dicha subida el centro termorregulador, localizado en el Hipotálamo, genera un flujo masivo de sangre esto implica un incremento del ritmo cardíaco y de la respiración cuya consecuencia es el SUDOR (definición RAE: líquido claro y transparente que segregan las glándulas dudoríparas de la piel de los mamíferos y cuya composición química es parecida a la de la orina).
1.-Mal aliento: Al deshidratarse la mucosa oral por falta de saliva las bacterias proliferan provocando halitosis.
2.-Calambres: Espasmos musculares debido a la pérdida de electrolitos a través del sudor.
3.-Agotamiento: Se produce después de realizar algún tipo de ejercicio físico. Sus síntomas son: taquicardia, hipotensión y fatiga.
4.-Insolación: Es similar al agotamiento pero causado por una exposición solar prolongada.
5.-Síncope: Las altas temperaturas provocan demasiada vasodilatación, por lo que la irrigación sanguínea al cerebro es menor esto implica la activación de un mecanismo de regulación que no es más que la búsqueda de la posición horizontal. El síntoma del síncope es el desmayo.
6.-Golpe de calor: Este puede llegar a ser extremadamente peligroso ya que puede producir la muerte del individuo. Sucede cuando la temperatura corporal supera los 41º. Esta hipertermia deteriora las células del organismo lo cual nos conduce a fallo de múltiples órganos.
El Ministerio de Sanidad activa el Plan Nacional de actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de temperaturas sobre la Salud, en el cual recoge un decálogo de recomendaciones generales:
1.-Bebe agua con frecuencia, aunque no sienta sed y con independencia de la actividad física que realice.
2.-Evita las bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas ya que favorecen a la deshidratación.
3.-Aunque cualquier persona pueda sufrir un problema relacionado con el calor, preste especial atención a bebés y niños pequeños, mayores y personas con enfermedades que puedan agravarse con el calor y deshidratación, como las patologías cardiacas.
4.-Permanezca el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados. Refrésquese cada vez que lo necesite.
5.-Procure reducir la actividad física y evitar realizar deporte al aire libre en las horas más calurosas (12:00 a 17:00 horas).
6.-Use ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
7.-Nunca deje ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado.
8.-Consulte al médico ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con altas temperaturas.
9.-Mantenga las medicinas en un lugar fresco, el calor puede alterar su composición y sus efectos.
10.-Haga comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos naturales, etc.)
Bibliografía:
https://sanidadcastillalamancha.es
Autor/es
Lourdes Pérez Barrientos
Farmacéutica comunitaria. Miembro del grupo Adjúntate Envejecimiento activo del RICOFSE.