Acidez, dolor en la zona del estómago, sensación de plenitud o náuseas… ¿Quién no los ha padecido alguna vez? Esta semana te contamos de qué pueden ser indicativos y cómo podemos evitar su aparición o, por lo menos, reducir sus molestias; hoy hablamos del reflujo gastroesofágico.
El reflujo gastroesofágico ocurre cuando parte del contenido ácido del estómago asciende hacia el esófago, por diferentes causas. El esófago no está preparado para recibir este ácido y aparecen el ardor (también se puede llamar acidez o pirosis), el dolor y, a veces, la regurgitación (es el caso extremo en el que el ácido sube por todo el esófago hasta la garganta o la boca). Incluso se puede manifestar con ronquera o asma.
El reflujo puede estar causado por una hernia de hiato, en la que parte del estómago pasa por encima del diafragma y se aloja en la cavidad torácica, pero esto no es siempre necesario. A veces, el esfínter esofágico inferior no funciona como debería por otras causas y no puede contener los ácidos estomacales.
Son factores de riesgo la obesidad, el tabaco, el alcohol y el embarazo, y también puede ser el efecto adverso de algunos medicamentos.
Puede que tengas acidez en ocasiones puntuales después de grandes comilonas o de beber alcohol; esto no es preocupante y se puede evitar sin muchos problemas siguiendo las recomendaciones que ahora veremos. Sin embargo, si los síntomas son frecuentes o no mejoran con las medidas recomendadas, debes acudir al médico para que te diagnostique y te prescriba un tratamiento con fármacos, si es necesario. Podrías padecer la enfermedad por reflujo gastroesofágico (o ERGE) que, si no se trata durante mucho tiempo, puede llegar a causar enfermedades muy graves.
¿Qué puedes hacer para mejorar los síntomas del reflujo?
1. Deja de fumar: el tabaco relaja el esfínter esofágico inferior (aparte de los muchos efectos indeseados que ya conoces). Dejar de fumar es el mejor favor que puedes hacerte a ti mismo. Puedes encontrar ayuda en nuestro blog, como por ejemplo aquí.
2. Consigue un peso saludable: si tienes sobrepeso, los síntomas del reflujo podrían mejorar al perder unos kilos. Sigue una dieta saludable y lo conseguirás.
3. Evita ciertas bebidas: el alcohol, las bebidas con gas o el café también relajan el esfínter esofágico. Cuanto menos, mejor.
4. Procura evitar las comidas copiosas y reduce la ingesta de alimentos como los fritos, el tomate y sus salsas, los lácteos grasos, los cítricos, la menta y (horror) el chocolate. También pueden empeorar el reflujo.
5. Intenta no acostarte justo después de cenar, sobre todo si has cenado mucho; así dará tiempo a que se vacíe el estómago (lo ideal serían, al menos, 2 horas). La posición horizontal hace que se agrave el reflujo, y esto nos lleva a la siguiente recomendación…
6. Levanta unos centímetros la cabecera de la cama, desde el suelo si es posible, para ponérselo más difícil al ácido y que no tenga vía libre para llegar al esófago. Es recomendable que la cabeza esté elevada unos 15 centímetros, sobre todo si los síntomas empeoran por la noche.
7. Evita la ropa ceñida en el abdomen y los cinturones apretados, ya que ejercen mucha presión.
Ya sabes que en tu farmacia te pueden asesorar sobre este problema y quizás recomendarte medicamentos de venta libre (antiácidos) y otros productos para paliar los síntomas puntuales del reflujo. Y recuerda acudir al médico si los síntomas persisten o son graves para evitar males mayores.
Autor/es
FarmacéuticaCentro de Información del Medicamento del COF Sevilla