El alcohol es la droga de consumo con fines recreativos mas antiguamente conocida. De hecho es la principal droga causante de intoxicaciones agudas en la población. Si aún tienes dudas de tu capacidad de autocontrol, desde aquí queremos darte unos consejos para evitar la temida resaca.
Se calcula que en España, el 87% de la población de 15 a 65 años ha consumido alcohol en alguna ocasión; un 50% lo consume semanalmente y un 13% consume alcohol a diario. Estas cifras no son iguales para hombres que para mujeres, pues el consumo de alcohol sigue siendo superior entre la población masculina.
Las consecuencias inmediatas del consumo excesivo de alcohol se traducen en euforia, desinhibición… Pero la conocida RESACA no vendrá hasta el día siguiente. Ni que decir tiene que para prevenir la resaca debemos moderar el consumo de alcohol, ya que nosotros mismos somos los que mejor nos conocemos y sabemos qué cantidad somos capaces de tolerar.
Para que comprendáis el porqué de la resaca, tenéis que saber que el alcohol, una vez que lo ingerimos, se absorbe en el estómago y en el intestino delgado. Se distribuye al resto del organismo y posteriormente se degrada en el hígado. Este proceso de degradación o metabolismo, se da en dos pasos, un primer paso en el que la enzima hepática alcohol deshidrogenasa transforma el alcohol en acetaldehído, y un segundo paso en el que este acetaldehído se transformará en acetato por la acción de otra enzima, la acetaldehído deshidrogenasa.
¿Cuándo viene el problema? Pues el problema viene cuando la ingesta de alcohol es tan elevada que se genera más acetaldehído del que la enzima acetaldehído deshidrogenasa puede metabolizar, y es cuando empiezan a aparecer los síntomas de la resaca. Este acúmulo de acetaldehído puede incluso provocar graves daños hepáticos.
Aunque no está claro del todo, existe cierta evidencia del uso de la vitamina B6 o piridoxina para la prevención de la temida resaca. Parece ser que tomada antes de beber, favorece el metabolismo del alcohol. Lo que sí se sabe es que tomarla al día siguiente, una vez que tenemos resaca, no sirve de nada.
Si ya estáis padeciéndola, lo único que podréis hacer, como siempre se ha dicho, es “dormirla”, pasarla en casa, tranquilitos y aguantar el mal rato; para ayudar en algo a mejorar el estado general, sería conveniente tomar azúcar, en forma de frutas o bebidas azucaradas, y en general, favorecer la hidratación bebiendo abundante líquido.
Para el dolor de cabeza que suele acompañarla, podéis optar por tomar algún analgésico que tengáis en vuestro botiquín, pero cuidado con el ibuprofeno y ácido acetilsalicílico, ya que pueden afectar a la mucosa gástrica (de por si afectada por la elevada ingesta de alcohol); en caso de padecer de estómago, si no puedes tomar otro analgésico diferente, sería conveniente acompañarlo de algún protector gástrico.
No podemos despedirnos sin antes invitaros a beber con moderación, y si soléis padecer resaca, siempre se ha dicho que en lugar de la última copa, te tomes un vaso de agua; esa última copa casi siempre sobra y además tendrás dinero para volverte en taxi a tu casa.
Autor/es
FarmacéuticaCentro de Información del Medicamento del COF Sevilla