El Consejo General de Colegios de Farmacéuticos de España, con el apoyo del Ayuntamiento de Sevilla ha presentado el proyecto social ‘Farmacia y comunidad: atención farmacéutica y empoderamiento ciudadano para el cuidado de la salud en zonas necesitadas de transformación social de Sevilla’. Una acción social puesta en marcha junto con Fundación “la Caixa”, a través de CaixaBank.
El acto se ha desarrollado en la Parroquia de la Blanca Paloma, con la participación de Francisco José Ortiz, párroco del barrio; Juan Manuel Flores, teniente alcalde de Sevilla; Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Farmacéuticos; nuestro presidente, Manuel Pérez; y Mamen Martín Salinas, responsable de Acción Social de CaixaBank en Andalucía Occidental.
Este proyecto, impulsado por nuestro compañero Domingo Ortega, tiene como objetivo la formación de un farmacéutico en la atención especializada en grupos desfavorecidos para que apoye, de forma profesionalizada y coordinada, al equipo de voluntarios de Cáritas en las tareas de educación sanitaria y seguimiento farmacoterapéutico que estos ya llevan a cabo en las barriadas de La Candelaria y Blanca Paloma.
Este proyecto da continuación al ya puesto en marcha por Domingo Ortega y que mereció en junio de 2022 el primer galardón de los I Premios Farmacéuticos y ODS del Consejo General de Farmacéuticos. «Nuestra inquietud es mejorar la vida de las personas desde nuestro ámbito profesional. Nosotros entendemos que el farmacéutico en el ámbito social puede hacer mucho por la comunidad. A raíz de esto empezamos a trabajar en Cáritas haciendo lo que hacíamos normalmente, acompañar a los pacientes, escuchando, orientando en la toma de la medicación, hacer promoción de la salud y todo lo que podemos aportar desde nuestro conocimiento», afirma del farmacéutico.
El proyecto que se plantea ahora es la incorporación de otra persona que, de forma permanente, permanezca en el barrio a jornada completa desarrollando las actividades que caracterizan una atención farmacéutica integral: entrevistas con los pacientes y con los centros de Salud, visitas domiciliarias, revisión de la medicación, realización de controles, asesoramiento en la lista de la compra y hábitos alimentarios, derivación de los usuarios a las asociaciones locales o realización de charlas formativas, entre otras. Un modelo de atención que sea capaz de mejorar la calidad de vida y bienestar de estos grupos vulnerables, y cuya base en formación y capacitación lo haga fácilmente trasladable y reproducible en otros territorios.